Elisenda

“la vida no es un bloc cuadriculado, sino una golondrina en movimiento...” Joaquin Sabina



Soy educadora social, amante del arte y la creatividad como vía de expresión en el campo social.

Desde que tenía 10 años he bailado bajo el agua, disfrutando de mis dos grandes pasiones: la música y el agua. Bailar me ha permitido expresarme, ejercitar mi cuerpo y aprender a trabajar en equipo. Bajo el agua todo es distinto, los sonidos se amortiguan, los objetos son borrosos y la velocidad de movimiento es más lenta aunque también más fluida.

Pasados unos años, el agua dejó paso a la tierra y viajé al Norte de Argentina, al Centro Andino para la Educación y la Cultura), acompañando grupos de niños y niñas combinando la pintura, la música y la danza. Aprendí los bailes tradicionales de la región andina y descubrí el gusto por los intrumentos, especialmente de la percusión.

Una silla de piel de vaca me sirvió de instrumento improvisado y disfruté comprobando que la música mueve el alma y resuena en la barriga.

Al llegar a Barcelona me dediqué a la gestión cultural, organizando conciertos en la Casa Orlandai- Arte, convivencia y transformación social, estableciendo contacto con grupos y colectivos de música y danza.

He vistisado distintos países como Angola, México, Cuba, Bosnia-Herzegovina, Nicaragua y Brasil, y de todos ellos me he llevado experiencias relacionadas con la danza que me han enseñado mucho. Se podría decir que mi vida ha sido un baile de lugares, colores y músicas.